Roxy Long Day

El sábado tocó madrugón: a las 7 en pie para llegar a tiempo al Roxy long day en la playa de Razo, Carballo. Con el maletero con trajes y longs y las tablas de surf en la baca salimos de Pontevedra a las 8, para llegar sin perdernos, sin contratiempos, y sin ni siquiera usar el GPS (menos mal que preguntando en un bar nos explicaron bien) a la playa de Razo a las 10 y cuarto. Había ya un muy buen ambiente y al final nos liaron a los cuatro para pasar de nuestra intención original de ser espectadores a competir, Aurora, Raquel y Antón únicamente en longskate y yo, de vanidoso, también en tablón, a sabiendas de que mi resultado iba a ser poco menos que penoso pero que al menos me lo pasaría como un enano.


Una vez apuntados y con la comida y la competición asegurados aproveché para pegarme un breve bañito antes de la competición de long, con la recién estrenada gorra de roxy y bañador, con unas condiciones bastante mejores que las que habíamos tenido por la lanzada últimamente.

A las doce empezó la sesión de longskate, con las chicas como jueces de la competición masculina y al revés. Empezamos los chicos, con un muy buen nivel tanto por parte de los longboarders locales como aquellos venidos de Madrid y otras zonas de España, con variedad de estilos y muy buenos slides y cross-steppings. Luego les tocó el turno a las chicas, que dejaron el listón muy alto con unas maniobras y un estilazo increíble, y con caídas memorables en las dos competiciones.





Las semifinales dieron paso a las finales, con Aurora como la única finalista de los cuatro. Otra vez un enorme despliegue del repertorio de trucos de cada longboarder, fueron unas finales muy reñidas y con un nivelazo.
Mientras tanto había una carpa con los indoboard, que sirven para entrenar la estabilidad y de paso pegarse algún que otro talegazo, y otra que exponía las creaciones de shapers gallegos de la talla de Zorlak, Iron Mountain y Chusma , con tablas muy curradas que nada tienen que envidiar a cualquier tabla de producción en serie y con un toque personal cada una de ellas.








Después de la sesión de longskate vino la merecida comida, con churrasco incluido y amenizada por el grupo barcelonés Me and the bees, y sin tiempo casi para la siesta empezaron las pruebas de longboard.

Empezamos de nuevo los chicos, en la que los diez competidores que éramos nos echamos a la vez, algunos con unas licras de tirantes de roxy de lo más masculinas. Como mi tabla es un 8'4 y era de tablón la competición me eché con un long que me prestó muy amablemente el shaper de Chusma surfboards, un 9'4 muy clásico que aunque al principio cueste mover es una pasada como funciona en olas con poca fuerza como las del campeonato. Muy buen nivel por parte de los competidores, para variar, y yo hize lo que pude, que hasta quedé entre los 10 primeros!

Luego le llegó el turno a las chicas. Me reclamaron como juez y estuvimos controlando las dos semifinales y la posterior final, con unas condiciones un poco difíciles para las competidoras que aún así hicieron alguna bajada buena e incluso llegaron a caminar un poco hacia la punta, aunque las olas cerraban demasiado pronto y dificultaban cualquier maniobra. Destacó la surfer Carlota Lago, con un par de izquierdas bastante majas.

Antes de la entrega de premios aproveché para el último bañito del día y de paso para catar dos tablas de Chusma surfboards, un simmons y un single, que pese a que las condiciones funcionaron de maravilla.

Tras el baño llegamos para perdernos la entrega de premios en las categorías de caida, estilo, maniobra y actitud, además de regalar camisetas, gorras y discos, y tras intercambiar direcciones de blogs y facebook llegamos al final del día.

La vuelta no fue tan fluida como la ida y acabamos en Marineda City aunque el resto del viaje transcurrió bien, con dos bellos durmientes en el asiento de atrás.

Aquí están el resto de foticos de la competición de longskate.