Quiero compartir con vosotros una nota mental, parrafada sin siquiera el condimento de una imagen:
-18:30 Salgo de la Escuela
-19:10 Llego a casa, pillo tabla y traje, abato asientos y cargo el coche a ritmo de parada en boxes
-19:33 Por fin en la playa, ojeada al mar y me pongo el traje lo más humanamente y marinamente posible y para el agua sin perder ni un segundo
-19:45 Anochece
-20:05 Salgo del agua porque ya no se ve nada, después de una sesión muy breve y muy intensa y con una cara de felicidad inmensa, y un buen chaparrón cayendo para ahorrarme la ducha jeje
Por qué os cuento esto? para recordarme la diferencia entre una tarde de perder el tiempo y dejar pasar dos horas de forma totalmente intrascendente frente a un bañito corto pero placentero, en buena compañía y despidiendo de la mejor forma posible al horario de verano. La sensación que tenía en el cuerpo a las seis de la tarde después de 12 horas de no parar se parece muy poco a la energía que me recorría al salir del agua. Guardo esta reflexión para esas tardes en las que crees que no puedes más, cuando es todo lo contrario!
Buenas olas a todos y nos vemos en el agua!!
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